Este deporte apasiona a millones de personas en el planeta. En Italia por ejemplo es este el deporte más popular desde los tiempos del legendario Giusseppe Meazza. Pero sin lugar a dudas, así como ha sido capaz de generar alianzas y amores indestructibles, también se ha constituido en el escenario de polémicas y controversias que parecen no tener fin, y que logran opacar el espectáculo maravilloso de este deporte.
Es por ello que son cada día más las voces que claman por una asociación seria y definitiva entre la tecnología y el fútbol. Pero estas solicitudes a su vez también han generado múltiples controversias y opiniones encontradas en lo que se refiere al uso o no de la tecnología dentro de los eventos de fútbol.
Pero porque este deporte parece estar tan lejos de la tecnología, cuando otras disciplinas ya han aceptado esta intromisión de buena manera? La respuesta es simple. Si hubiésemos implementado algo tan elemental como la cámara lenta para dirimir una diferencia de opinión, sobre si un balo entro o no en determinada portería o si existió un fuera de lugar, tal vez las interminables tertulias que estos hechos producen una vez terminado el encuentro, no se hubieran dado, con gran pesar de un buen número de hinchas.
Es claro, que en el campo de fútbol, el solo hecho de poder revisar una jugada con la asistencia de una cámara lenta, puede ayudar a un árbitro a tomar una decisión mucho más justa, ya que es sabido que el ojo humano es imperfecto y a su visión pueden escapar muchos detalles que al ojo de la cámara no escaparían nunca.
El árbitro es humano y se equivoca, por supuesto. Se equivoca de la misma forma que lo hace un médico, un ejecutivo de la bolsa, un agricultor. Sin embargo, cada uno de estos profesionales busca cada día con mayor afán la asistencia de la tecnología para llevar a cabo su trabajo con mayor precisión. La tecnología y el fútbol requieren ir de la mano si se quiere preservar la esencia de este deporte para futuras generaciones.
Porque los que intervienen en un partido de fútbol no hacen lo mismo? Nuevamente debemos acudir a la manida respuesta. Es acaso la polémica y la discusión un ingrediente que no puede faltar en el fútbol, para que este sea el rey de los deportes? No puede existir una sociedad amable y cordial entre la tecnología y el fútbol?
Aunque este deporte ha sido altamente permeado por la tecnología, con chips en los balones, en los zapatos de los deportistas, cámaras que cubren las jugadas en alta definición desde cualquier punto del estadio e incluso desde el aire, es claro que los adeptos a esta disciplina, los dirigentes y los mismos aficionados se resisten a la incursión de la tecnología en la toma de decisiones durante un encuentro de fútbol.
La FIFA ha sido clara en su posición hasta el momento. Los clubes y los países federados en esta agremiación también son reacios a aceptar la tecnología como un cuarto árbitro. Luego entonces no queda más que esperar la llegada de dirigentes progresistas en este hermoso deporte que si acepten esta hermandad entre la tecnología y el fútbol.
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